El lugar en el que las emociones tienen lugar. Son invitaciones a movilizarnos hacia nuevos horizontes, hacia la satisfacción de necesidades y deseos, y hacia la propia evolución. Pero también sostienen memorias de experiencias pasadas, a nuestro sistema de creencias, a nuestros miedos. Incluso las usamos para reconocernos parte de un mismo colectivo, como la familia o los amigos.
La alegría, la felicidad, el disfrute son experiencias del Corazón y del cuerpo. Sentirse vivo es sentir las emociones; vivir las emociones es estar vivo. Por eso merece la pena aprender a atender el mundo emocional.
Cuando atendemos nuestro sentir, podemos encontrar coherencia con nuestra mente. Ese equilibrio es bienestar.